sábado, 30 de septiembre de 2006

Diversidades en la clínica Latinoamericana

Desde sus inicios el CPPL se ha caracterizado por su creatividad, su búsqueda de dar respuestas diferentes, conscientes del rol que desempeñamos como profesionales de la salud mental en un país marcado por las desigualdades, no sólo de tipo social sino, y por sobre todo, de tipo cultural. En el Perú no se puede hablar de una nación peruana sino de múltiples etnias y culturas, cuyas diferentes cosmovisiones son un reto al momento de hacer algún tipo de intervención psicoanalítica.

Ya hemos mencionados en encuentros anteriores que la salud mental en el Perú se encuentra en alguna medida en manos de Chamanes y Curanderos.

Es por ello que, tal como afirma Pedro Morales, actual director del CPPL, tenemos que reflexionar en torno a nuestros axiomas técnicos sobre la psicoterapia psicoanalítica que practicamos. Tenemos que tener la valentía de evaluar, y el coraje de ejecutar, los ajustes técnicos que se requieren para poder estar en condiciones de atender a nuestra población, desde su particular y específico modo de mostrarnos su sufrimiento, a través de una sintomatología que señala ausencia de figuras paternas, alcoholismo y depresión, violencia familiar (agresión física a la mujer y al menor), abuso sexual, desarraigo producto de las migraciones, poco cuidado y sostén del menor, producto de familias numerosas con niños que deben aprender a sobrevivir con sus propios recursos, desnutrición endémica, corrupción, discriminación racial, etc.

Es por ello que al instalarse el Departamento de Proyección Social, un servicio psicoterapéutico confiable apropiadamente diseñado para personas de escasos recursos, éste tiene el éxito que ha demostrado a lo largo de (tener luego de) 17 años de funcionamiento ininterrumpido. Desde los primeros pacientes que llegan buscando una atención más personalizada, luego de escuchar el programa radial del Dr. Fernando Maestre, hasta hoy, donde los pacientes del ahora Departamento de Servicios Especializados llegan por referencias de terceros, remisiones de colegas, convenios con instituciones, “mucha agua ha pasado bajo el puente”.

La historia de este servicio se inicia ante la necesidad de responder a la demanda de las personas que empiezan a llegar al local del CPPL. Esto generó la necesidad de organizar a un equipo de terapeutas a partir de los egresados de nuestra Escuela y de alumnos avanzados de la misma. Ello, tal como Morales afirma, “era un acoplamiento de mutuos intereses, los de atención y los de formación”.

Sin embargo, surgió acá una dificultad que perduró por mucho tiempo. Hasta entonces, habíamos formado terapeutas con orientación analítica, con una mirada casi exclusiva en procesos de tiempo abierto y en normas técnicas propias del psicoanálisis. Prácticamente todos los supervisores eran analistas, sin mucha apertura hacia tratamientos breves o focales. Por entonces, el índice de “deserción” reportado era bastante alto. Sólo alrededor del 30% de los pacientes estaba dispuesto a iniciar un proceso sin duración definida y eran muy pocos los que completaban el tratamiento.

Al comprobar que muchos pacientes apenas venían una o dos veces a la consulta, se buscó implementar el sistema de “entrevista terapéutica”, en el cual el terapeuta hacía devoluciones elaborativas o interpretativas, que favorecieran el manejo de la situación por la que consultaban, apelando a los recursos sanos del entrevistado. Esto motivó la investigación y la posterior publicación del libro “Diagnóstico con intervenciones terapéuticas. Psicoterapia breve a partir de la historia”, publicado por Olinda Serrano de Dreifuss, en el que se hace una detallada revisión teórica de los procedimientos terapéuticos acotados y se realiza el análisis de casos completos, llevados por algunas de las ocho personas que conformaban su grupo de investigación.

Simultáneamente, se fueron implementando variaciones en la propuesta curricular del Curso de Técnica, de manera que los formandos tuvieran una información más amplia sobre variables en el abordaje y en el desarrollo de las estrategias de trabajo. No fue fácil adecuar la técnica al paciente. Los terapeutas, en su mayor parte, mostraron resistencia y evidenciaron las dificultades propias de la falta de experiencia. Los supervisores demoraron en responder a la demanda de cambios, por lo que se producía un cierto divorcio entre la propuesta del Curso de Técnica y las supervisiones.

Hasta hoy ―y luego de dialogar con los supervisores― se ha hecho una serie de modificaciones, con inclusión de los datos y observaciones de nuestro equipo de investigación. Se pudo coincidir en la necesidad de incluir el trabajo basado en estrategias. Los lineamientos del Departamento de Servicios Especializados sostienen ahora un seguimiento del trabajo de los terapeutas y alumnos, con miras a contar con un mejor diagnóstico y disminuir los pasos que tenía que dar el paciente antes de llegar a su terapeuta.

En este sentido, resulta importante destacar el aporte del denominado “Grupo Corpus”, compuesto por ex alumnos destacados, que son convocados para atender, a algunos de los pacientes que llegan al servicio, en ambientes terapéuticos que recientemente se han instalado en el 2º piso de la institución. El equipo de Corpus cuenta además con psiquiatras y una asistenta social, con lo cual se brinda un abordaje multidisciplinario dentro de la institución, disminuyendo así la deserción observada anteriormente, producto de derivaciones que no se concretaban.

Se ha implementado un manejo de base de datos computarizado que permitirá hacer el seguimiento del paciente en el “a posteriori” de su tratamiento, para poder contar con un mejor registro de los efectos terapéuticos de los diferentes tipos de intervención.

Con ánimos de explotar mejor los recursos terapéuticos y hacer una labor intermedia entre lo preventivo y lo terapéutico, hace 8 años se comenzó a desarrollar encuentros de tipo taller, con una combinación informativa, vivencial y elaborativa. En estos talleres se atienden hasta 60 personas por vez. Se comenzó trabajando sobre patologías y temas como esquizofrenia, depresión, angustia, problemas de autoestima, situaciones cotidianas, problemas de pareja, etc. La metodología es la siguiente: el taller se inicia con una presentación estimulante motivadora del tema a trabajar, dividiendo luego al público en grupos de hasta 15 personas, dependiendo de la cantidad de gente y de terapeutas disponibles.

El grupo busca trasladar el tema a la experiencia de la persona, siendo el arte del conductor hacer un tejido que nutra la comprensión del problema y que, a la vez, ayude a encontrar soluciones, tarea para la cual sirve muchísimo el encuentro de los recursos sanos del mismo grupo. Eventualmente, por cierto, la recomendación es que, en algunos casos, se inicie un tratamiento, orientándolos hacia la forma de terapia que más les convenga.

Al final de cada taller, los grupos se vuelven a reunir y se intercambian las vivencias, reforzando los factores positivos que surgieron de esta experiencia y fomentando entendimientos reforzadores.

Se hizo un breve intento de seguimiento de uno de estos grupos, seis meses después de realizado el taller, y se obtuvieron los siguientes resultados: los pacientes que fueron abordados refirieron haber obtenido una serie de beneficios de aquella experiencia, manejaban mejor su problema y algunos habían comenzado una terapia. Se tuvo un caso muy especial, el de una paciente con esquizofrenia, cuya familia había modificado totalmente su trato hacia la paciente y hacia la enfermedad. Antes, la paciente se mantenía prácticamente incomunicada y encerrada en su dormitorio; ahora, comía en la mesa con el resto de la familia y participaba mucho más de la vida familiar y social. Algún mérito terapéutico se podía sumar, entonces, a los alcances preventivos naturales de la experiencia.

En los últimos años, se han realizado dos eventos de concurrencia abierta y masiva. Al primero se lo llamó “el día del diagnóstico”, evento gratuito que se realizó en el local del CPPL y que permitió que, más allá de la aplicación de tests y orientación a partir de los mismos, el público pudiera tener la experiencia de participar en talleres y, también, en el Cine Forum que todos los sábados se organiza en la institución. Fue una ocasión en la que los terapeutas pudimos disfrutar del placer del trabajo en conjunto y de la disposición amplia y creativa para la tarea.

El año pasado, se inició una experiencia muy enriquecedora, en búsqueda de una mayor flexibilidad en el manejo terapéutico, permitiendo la adquisición de diversas herramientas para el abordaje de los pacientes, como el psicodrama, el juego de roles, la ensoñación, la visualización, la expresión a través del cuerpo, etc. Esta experiencia ha sido denominada “Caja de Herramientas” y estuvo dirigida a los alumnos de la Escuela y a los terapeutas. En simultáneo, se abrió un espacio para el trabajo de “Psicodrama” con los pacientes y personas interesadas en el trabajo vivencial propio de esta técnica.

El entusiasmo de quienes participaron en la “Caja de Herramientas” tuvo su correlato en la continuidad del grupo de pacientes que asistían al “Psicodrama”, los mismos que han ido aumentando con el tiempo.

Parque Kennedy (www.hellolima.com)
Teniendo en cuenta estas experiencias previas, se programó, para el 7 de julio de este año, una jornada de trabajo denominada “El Día de la Consulta”. Se trató de un evento abierto y masivo, en el parque “Kennedy”, un espacio público aledaño a la municipalidad de Miraflores, en alianza estratégica con el propio Municipio y con una de las emisoras radio de mayor cobertura del Perú, Radio Programas del Perú.

Esta vez se brindaron, en simultáneo, consultas psiquiátricas y psicoterapéuticas, por medio de entrevistas personales breves, con devolución puntual, a la manera de una entrevista focal. Al mismo tiempo, se desarrollaron espacios grupales de encuentro con el público: talleres y coloquios para adultos, niños y adolescentes y sus padres.

Asimismo, se realizaron conversatorios sobre prevención del abuso de drogas (con apoyo de CEDRO, una prestigiosa institución local dedicada a desarrollar programas de prevención contra el abusa de drogas).

Desde el local de la Municipalidad, se transmitió en directo el programa radial “Era Tabú”, dirigido desde hace más de 10 años por el Dr. Fernando Maestre, luego del cual se realizó un coloquio con unas 250 personas, acogiendo sus preguntas y ayudando a comprender los problemas personales y familiares que iban planteando. Hubo muchas solicitudes de información sobre el trato hacia los hijos, pequeños y adolescentes, llegando a plantearse incluso problemas confrontativos, como el concerniente a las implicancias de las diferencias étnico-culturales.

Con apoyo de laboratorios farmacéuticos, se repartió material informativo escrito sobre diferentes patologías, y se pasaron videos ilustrativos sobre la enfermedad mental para la gente que esperaba su turno.

Por otra parte, el Equipo de Evaluación del CPPL aplicó pruebas de descarte cuantitativo de depresión y ansiedad. A otros, se les tomó una prueba de orientación vocacional. Todo ello derivó en devoluciones y orientación al público respecto a los resultados de las pruebas.

En total, se llegaron a dar 523 consultas individuales, y unas 700 personas  fueron atendidas en ágiles encuentros grupales y en los talleres, diálogos y coloquios mencionados. Para todo ello, contamos con la participación de alrededor de 100 personas vinculadas a nuestra institución.

Al evento llegaron personas procedentes de todos los sectores de la capital y de provincias. El sentimiento final de los solicitantes fue de satisfacción, en medio de una demanda tremenda por ser atendidos.

Estamos procesando la experiencia, pero una de las conclusiones es que la oferta de trabajo en grupos, de tipo coloquio o taller, resulta muy satisfactoria a los fines de ubicar a las personas frente a su problemática y poner en juego los recursos potenciales de los participantes.

La más grata de las conclusiones ha sido la de vivir una experiencia de trabajo con mística, con entrega total, con despliegue de voluntades y creatividad; la comprobación de que se puede ayudar, también, de esta manera. Ha sido un equipo de trabajo de raigambre analítica, fogueándose en la experiencia de enfrentar esta parte de nuestra realidad nacional y sus demandas, allí, en la calle, fuera del ambiente protector del consultorio, ante la masa interminable de gente, llena de demandas de atención. Ésta y otras son las razones por las que se piensa seguir organizando eventos de este tipo en diferentes lugares de nuestra ciudad.

En fin colegas, en CPPL seguimos trabajando con mucho Interés en la investigación y en la formación del terapeuta. Tenemos una inmensa labor por delante, conscientes de que no podemos negar o disociarnos de nuestra compleja y rica realidad.

CONGRESO INTERNO DE LA AEAPG
“LA CLÍNICA FREUDIANA 1895-2006”
Federación Latinoamericana de Asociaciones de
Psicoterapia Psicoanalítica Y Psicoánalisis (FLAPPSIP)
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